Celebra “Casa Redonda” un aniversario más de vida museística, reviviendo su pasado ferrocarrilero
Chihuahua.- Ubicada en uno de los barrios más antiguos de la ciudad, Santo Niño, fue construida en el siglo XIX como parte del impulso ferrocarrilero, “Casa Redonda”, es desde el 12 de septiembre de 2000, gracias al esfuerzo conjunto del gobierno estatal, de la iniciativa privada de la entidad y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), museo de arte moderno.
Este 21 de septiembre celebró, en el antiguo patio de maniobras, con un concierto de la Orquesta Filarmónica de Chihuahua y una exposición temporal especial sobre los bienes muebles ferrocarrileros y fotografías, su pasado ferroviario y su presente artístico.
La instalación ferroviaria en casa redonda para reparación de locomotoras, de la ciudad de Chihuahua dejó de operar en 1993 recuerda, Bernardino Bernal Rocha, presidente del Club “Amigos del Ferrocarril Chihuahua”, maquinista jubilado y coleccionista del acervo ferrocarrilero chihuahuense.
Entre las fotografías de sus abuelos, paterno y materno, Anselmo Bernal y Bernabé Rocha, respectivamente, Bernardino nos cuenta con un especial brillo en los ojos, cómo era la vida de maquinistas, trabajadores y mecánicos en Casa Redonda, antes de convertirse en museo.
También añade lamentándose, que México haya liquidado casi por completo el tren de pasajeros, sobreviviendo sólo el Chepe, cuando en el mundo impera el tren como rey del transporte, habiéndose modernizado.
Con una copa de vino en la mano y con gran asombro como niños que descubren el mecanismo de un juguete, las decenas de personas que celebraron un aniversario más del Museo Casa Redonda, pasearon fascinados por las galerías que antes contenían fierros, aceites y mercancías, y de donde hoy día cuelgan cuadros y posan impávidas esculturas, reviviendo el pasado a través de fotografías y artefactos de esta Casa Redonda, la única en el país en haberse metamorfoseado en museo.
Este museo, que alberga obras del modernismo y a veces funge hasta de escenario de eventos políticos, ha luchado por mantenerse dentro de la vorágine de crecimiento de la ciudad, pues en más de una ocasión ha sido el blanco de la avidez de su popular vecino, el Centro de Convenciones, que ha querido extender sus tentáculos y convertir el particular museo en parte de su estacionamiento.
¿Cuántas batallas más librará la Casa Redonda?, ¿Cuántos artistas encontrarán en ella un pulpito?, ¿Volverán las locomotoras algún día a sus patios? Solo el tiempo lo sabe y nos lo podrá decir, pues no es impensable imaginar una nueva vocación para esta estructura centenaria de fachada de piedra, ya que ¡Quién iba a pensar hace casi 30 años que, en este lugar entre fieros y fogones, un día se aplaudirían a pintores, fotógrafos, escritores, músicos y danzantes!