Viernes, 22 de noviembre del 2024

#Opinión: Crímenes de odio contra la diversidad sexual

Por: José Carlos Hernández Aguilar

El último fin de semana de junio, tuve el gran privilegio de ser invitado por el Centro Humanístico de Estudios Relacionados con la Orientación Sexual A.C., para conferenciar dentro de sus festejos y conmemoraciones, con el tema “Crímenes de Odio Contra la Diversidad Sexual y Afectiva”, el cual replicamos dos días después en la Ciudad de México, donde con respeto, pudimos aportar algunas muy interesantes contextualizaciones sobre tan polémico rubro.

Después de hacer un breve análisis histórico y social sobre la violencia y la franca violación de los derechos humanos de estos colectivos de la diversidad sexual, en éste inmejorable marco, definimos por primera vez en la historia de la investigación y psicología criminal, a los crímenes de odio como el SÍNDROME DE MATEEN, el cual expusimos que es una conducta psicópata, que consiste en la acción dolosa de causar daños graves o de privación de la vida a otras personas, por un odio extremadamente obsesivo hacia la diversidad sexual, derivado de una muy profunda intolerancia a la frustración integral.

El nombre de esta terrible patología, tiene su origen en el mayor crimen en la historia cometido contra la diversidad sexual, la madrugada del 12 de junio de 2016 en el Bar Pulse de Orlando, Florida, cuando el extremista islámico Omar Mir Mateen, decidió acabar con la vida de 49 personas, dejando 53 heridos y 30 rehenes en un tiroteo con la policía por más de tres horas, dando como resultado final el abatimiento del propio perpetrador.

Su padre atribuyó tan artero crimen en masa, por la marcada homofobia de su hijo, por antecedentes previos a dicho acto. Éste ha sido considerado el peor ataque armado más mortífero en toda la historia de los EU, cometido por una sola persona. De ahí que después de meses de estudio y en triste y condenable memoria a dicho criminal, decidimos llamarle de esa forma.

Dentro de éste par de coloquios y casi como punto medular de los mismos, nos atrevimos a proponer la inclusión de un tipo penal, exclusivo para estas conductas tan terribles dentro del Código Penal de Chihuahua, al tenor de las siguientes agravantes: HOMICIDIO POR DIVERSIDAD SEXUAL ART. 126 Ter.

Se impondrá prisión de treinta a cincuenta años, a quien prive de la vida por razones de diversidad sexual, existiendo cualquiera de las siguientes agravantes:

I. Que la víctima presente signos de violencia sexual, o que por cualquier medio, hubiese sido sometida a prácticas que hubieren alterado su estructura corporal con desprecio de aquella.

II. Cuando en el momento de la privación de la vida o posterior a ello, se realice a la víctima, lesiones infamantes o degradantes, decapitación, mutilación, quemaduras o descuartizamiento.

III. Que el cuerpo de la víctima sea expuesto, depositado, arrojado o exhibido en cualquier lugar, para ser visto por otras personas

IV. Que se hallen datos suficientes que establezcan que se han inflingido amenazas, acoso o violencia en contra de la víctima.

V. Que existan elementos de saña, odio, rechazo o discriminación, hacia la diversidad sexual de la víctima.

VI. Que antes de la privación de la vida y en cualquier momento, la víctima haya sido incomunicada. Debemos saber que México ocupa el 2º lugar mundial (sólo superado por Brasil), en este tipo de crímenes de la diversidad sexual.

Desde el año 1995 al 2018, se ha registrado la muerte de más de 2´300 personas LGTB. Simplemente en el gobierno de EPN, ‘oficialmente’ hubo 473 Crímenes de Odio. Esto es, que cada 2 semanas fueron asesinadas 3 personas de la diversidad sexual (un promedio de 79 por año).

En los primeros 6 meses de la administración de AMLO, ya van 29 Crímenes de esta naturaleza. El estado de Chihuahua, ocupa el nada honroso 5º lugar en esa funesta gráfica delincuencial con 28 homicidios en el 2018, que ‘fueron considerados como tales’.

Por eso nuestra atenta y apremiante propuesta, en la inclusión penal del citado delito. El estado tiene la gran responsabilidad de la prevención delictiva y llegado el caso de la materialización antisocial, de su efectiva sanción punitiva.

Por lo que esta es una gran oportunidad de que los crímenes contra personas de la diversidad sexual -en el máximo respeto a sus derechos humanos-, sean frenados, porque ¡quien cobardemente comete un crimen de odio por cuestiones de diversidad sexual, estará negando de la misma manera, su propia esencia; la dignidad de un pueblo y la realidad de una nación!

¡RESPETO A LA DIGNIDAD HUMANA; PAZ Y ORDEN SOCIAL!

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