Viernes, 25 de octubre del 2024

¿Conoces el origen de la capirotada? Te compartimos lo que sabemos y hasta una receta para hacerla

México.- La capirotada es un postre clásico que se realiza en México durante la época de cuaresma, el periodo donde los católicos se preparan espiritualmente para la crucifixión y resurrección de Jesús.

Aunque la preparación puede variar según la región geográfica, normalmente la base es pan duro, piloncillo, canela, pasas, coco rallado y otros ingredientes. Y hoy Miércoles de Ceniza, que inicia oficialmente la cuaresma, te contamos cuál es el origen de este delicioso postre que le encanta a muchos.

¿DÓNDE SE CREÓ LA CAPIROTADA?

La revista Gourmet de México detalló que la capirotada tiene sus orígenes en España, no obstante, hay antecedentes de que en la Roma Antigua se preparaba un platillo similar, donde trozos de pan eran remojados en agua y vinagre, para después agregar pepinos, pollo y queso.

En España se preparaba con ingredientes salados, pero como sucede con todo, especialmente la comida, fue evolucionando hasta llegar al postre que conocemos hoy en día.

El Gobierno de México detalló que fue en 1477 cuando se conoció la primera versión de la capirotada, descrita en el libro de Roberto Nola como “Almondrote”. Después, en 1780 se popularizó una versión más cercana a la que conocemos actualmente. “En México, se cree que Hernán Cortés envenenó con este postre al colono Francisco Garay”, añadieron.

¿QUÉ SIGNIFICA CAPIROTADA EN LENGUA INDÍGENA?

El nombre capirotada proviene de la palabra “capirote”, que es como se les conoce a los gorros de gran tamaño que forma parte de la vestimenta que en ocasiones utilizan ciertos representantes religiosos durante las procesiones de Semana Santa.

¿COMO SE ELABORA?

Su preparación consiste en pan tostado o reservado y deshidratado que se corta en rodajas, la capirotada blanca lleva plátano, pasas, guayaba y cacahuates, se cubre con queso rallado y se cubre con jarabe de piloncillo. Es un postre muy sencillo de elaborar, así que toma nota de su procedimiento.

INGREDIENTES

8 bolillos añejos
90 gr de mantequilla
1 varita de canela
1 taza de agua
1 cono de piloncillo
2 tazas de leche
380 gr de leche condensada
360 gr de leche evaporada
1 cda de esencia de vainilla
2 plátanos
Pasas al gusto
Cacahuate sin cáscara al gusto
Coco rallado al gusto
Nuez picada al gusto
Almendra fileteada al gusto
Queso rallado al gusto

PREPARACIÓN

Corta en rodajas los bolillos y deja reposar a temperatura ambiente durante una noche. Para esta receta se deberá de tener bolillos añejos o duros.
En un sartén coloca la mantequilla y deja calentar hasta que se derrita, coloca algunas rodajas de pan y deja dorar ligeramente por ambos lados, reserva en un recipiente con papel absorbente. Repite el proceso hasta terminar con las rodajas del pan. Reserva.

En una olla añade el agua junto con la canela y el piloncillo, calienta hasta que el piloncillo se haya diluido. No olvides revolver esporádicamente. Posteriormente añade leche evaporada, leche condensada y leche entera, junto con la esencia de vainilla y revuelve nuevamente.

Cuando suelte en hervor retira del fuego y deja reposar. Retira el resto de canela y reserva.

Sumerge cada una de las rodajas de pan en la preparación de leche y coloca una capa de bolillo en un refractario, añade una capa de plátano en rodajas, nueces, pasas, cacahuate, nuez, almendra, coco rallado y queso al gusto,

Repite el proceso hasta terminar con los ingredientes.

Cubre con papel aluminio y hornea por 25 minutos a 160 grados.

Sirve y disfruta de este exquisito postre tradicional.

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