#Opinión Cuarentena en tiempos de COVID-19 y como mitigar sus efectos
Por: Lic. Psicóloga María Magdalena Urbina Yussim
Estamos en un momento sin precedentes, nunca antes en la historia de los que estamos vivos nos había tocado una situación que involucrara la salud de todo el planeta.
Esto aunado a la necesaria cuarentena para evitar una mayor propagación del virus, genera un impacto psicológico, en mayor o menor grado en las personas, de todas las edades; los más frecuentes son:
- Ansiedad: perdida de libertad, incertidumbre, nula experiencia en situaciones similares, exceso de información, noticias fatalistas y/o falsas , así como el aislamiento social tienden aumentan las probabilidades de caer en estados de ansiedad.
- Depresión: por todo lo antes mencionado, así como por la falta de rutinas cotidianas este factor tiende a presentarse o agravarse.
- Frustración: aquella sensación de impotencia para poder resolver la situación que también puede verse agravada por factores económicos, exacerbación de problemáticas familiares, escases de insumos, entre otros, hacen que sintamos un vacío y un sentimiento de desamparo ante la pandemia.
- Aburrimiento: aún las personas que trasladan su trabajo a casa ocupan menos tiempo en sus actividades ya que se eliminan tiempos de traslado, socialización en el entorno laboral, entre otros distractores. Esto ocasiona que muchas personas no sepan qué hacer con el tiempo restante.
- Soledad: Muchas personas viven solas y me ha llamado la atención leer en redes sociales que las calles vacías implican familias unidas (en el mejor de los casos), pero debemos considerar el aislamiento de personas que no tienen con quien compartir sus casas; muchas de ellas de la tercera edad.
Podríamos seguir enumerando otras consecuencias de la cuarentena pero estas son las más significativas y aunque el panorama parece bastante desalentador hay muchas cosas que podemos hacer para minimizar sus efectos y eso es realmente de lo que queremos hablar.
A continuación analizaremos algunas estrategias de afrontamiento que tienen por objetivo mantener la salud mental y emocional en las mejores condiciones posibles mediante la implementación de dichas herramientas. Por ejemplo:
- Mantener una rutina diaria: sea que estés o no desempeñando actividades escolares o laborales, procura mantener horario de sueño, comida, esparcimiento. Mientras más apegado te mantengas a estos horarios, mayor será la sensación de normalidad.
- Cuida tu alimentación: en este momento es importante utilizar la alimentación como un escudo contra el virus, la manera más sencilla de hacerla es incrementando el consumo de frutas y verduras (cítricos principalmente), fuentes de pro bióticos, pescado (para la fijación de vitaminas) y en general mantener una alimentación balanceada.
- Cuida tu apariencia: el vernos bien genera una sensación de bienestar general.
- Gestiona tu tiempo: ¿recuerdas todo eso que has pensado que harías si tuvieras tiempo para hacerlo? perfecto, ahora lo tienes; lee ese libro que tienes pendiente, ve la serie que tienes en tu lista, escucha música, actualízate en temas de trabajo o escuela, estudia algún idioma, etc. Hay muchas plataformas que te pueden ayudar en este tema.
- Ejercítate: además de los beneficios que ya conocemos de la actividad física en la salud, el ejercicio es un excelente coadyuvante para disminuir los síntomas de ansiedad y depresión; es tiempo de que la caminadora deje de ser toallero, de bajar un tutorial, usar ese equipo que algún día compramos y está por algún lugar de la casa (tal vez deteniendo la puerta), en fin hasta dos galones llenos de agua o arena te pueden servir, lo importante es mantenerse en movimiento por lo menos media hora al día.
- Sal 20 minutos a tomar el sol: la vitamina D cuya principal fuente es el sol fortalece el sistema inmune, además la luz natural del día, sube los niveles de serotonina minimizando los efectos de la ansiedad y la depresión (mientras ganas un bonito bronceado).
- Elige la cantidad y calidad de información sobre el tema: la saturación y desinformación que genera el estar leyendo, viendo o escuchando constantemente sobre la situación todos los efectos negativos que se mencionan al inicio del artículo. Limita a un máximo de una hora al día la actualización de la información eligiendo muy bien los contenidos, quiero decir evitando lo que no tenga una fuente creíble (dejemos fuera lo que dijo el primo del vecino de un amigo).
- Usa para tu beneficio las redes sociales y la tecnología: mantente en contacto con tu familia y amigos utilizando los medios al alcance, es la era de la tecnología, podemos tener llamadas, video llamadas, reuniones virtuales, etc. El estar aislado no debe ser sinónimo de estar solo.
- Fortalece el vínculo con las personas con que vives: Si vives en pareja, familia o amigos es un buen momento para fortalecer estos vínculos, darse tiempo para conversar, juegos de mesa, ver películas o series, entre otras actividades.
- Si te sientes sobrepasado por la situación BUSCA AYUDA PROFESIONAL: muchos psicólogos nos hemos agrupado para dar contención en esta crisis, una servidora y muchos colegas tenemos en nuestras redes los teléfonos donde te puedes comunicar.
Espero que estas estrategias te sean de utilidad, recuerda mantener las medidas precautorias recomendadas y saber que estás haciendo todo lo posible por estar bien tú y tu familia. Mantén el optimismo, todos estamos en esto y vamos a salir.
Cuidar de ti es cuidar de todos.
Psicóloga María Magdalena Urbina Yussim, Terapia presencial y a distancia (online) individual o grupal, cursos, talleres y conferencias, así como experiencia en atención en crisis. Contacto: Cel. 614–182-4995
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