Las expresiones del nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera, en su presentación oficial por parte del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido de lo más comentado de la jornada, pero… ¿Qué nos dice su expresión?

Consultamos al especialista José Carlos Hernández Aguilar, quien ha impartido la clase de Kinésica por más de 10 años en la Escuela Estatal de Policía de Chihuahua, materia que nos enseña a descubrir lo que nuestro cuerpo comunica sin hablar, a través de reacciones corporales o microexpresiones del mismo. Incluso dentro de la kinésica hay una subrama que es la proxemia, que es la explicación del espacio vital y su impacto en las relaciones humanas

En este caso, vemos que el nuevo titular de Hacienda en 95 por ciento del video, tiene la mirada hacia abajo, con un parpadeo constante, donde lo que denota es un dejo de sometimiento, de inseguridad y de falta de autoridad en sí mismo y sobre el público oyente.

El parpadeo constante produce cierta lubricación, toda vez que el grado de estrés que el presenta es superlativo, que lo obliga de manera inconsciente a parpadear para generar el lubricante ocular, según el especialista.

Además, el 98 por ciento se encuentra con las manos cruzadas, incluso hay un momento en que abraza como signo de protección y de inseguridad. Su voz la profiera con bajos decibeles, completamente sometida a la voluntad de su interlocutor, con miedo y en una fracción de segundo él provoca una reacción de desdén hacia el presidente de la República.

La posición de ambos también tiene su significado: AMLO se encuentra del lado derecho y atrás, en una forma de “arreo”,  a menos de un metro de Herrera, lo que habla de que quiere tener el control de todo lo que se produzca.

La vestimenta también dice mucho. El traje azul pardo del nuevo secretario es un signo de tristeza o de sometimiento hacia un presidente que se encuentra ataviado con traje negro y corbata guinda, en la inteligencia de que el traje negro es símbolo de autoridad o imposición.

El cabello opaco del secretario es de un hombre estresado, exigente consigo mismo, un tanto cuanto perfeccionista que puede rayar en la arrogancia o prepotencia como forma de encubrir su inseguridad en la toma de decisiones.

Al final, López Obrador le obsequia al nuevo secretario un saludo franco, pero por la posición de la mano es de sometimiento y la forma inconsciente de decir: la autoridad soy yo.

Las expresiones del funcionario federal acapararon la atención de la opinión pública y fueron de mayor interés incluso que la propia salida de Carlos Urzúa y del tambaleo del Peso ante este hecho.