El negocio de Disney detrás de la nueva Sirenita
Una de las noticias que cimbró las redes sociales fue el anuncio del live to action del clásico de Disney, La Sirenita. La conmoción no fue causada por el inminete regreso de este título a la pantalla grande, sino por la decisión de la casa productora de entregar el papel de Ariel a Halle Bailey, actriz y cantante afrodescendiente.
El director de la cinta, Rob Marshall compartió por medio de un comunicado dirigido a la prensa internacional que “después de una extensa búsqueda, quedó muy claro que Halle posee esa rara combinación de espíritu, corazón, juventud, inocencia y sustancia, además de una voz gloriosa, todas las cualidades intrínsecas necesarias para desempeñar este papel icónico”.
En primera instancia, diversos reportes indican que Disney decidió cambiar la apariencia del personaje animado para mejorar las estadísticas del número de actrices protagonistas de raza negra, las cuales hasta 2016, apenas representaban el 16 por ciento.
No obstante, a los ojos de una parte de las audiencias, la decisión es un error así como una falta de coherencia por parte de la marca.
Así, entre el jueves y el viernes, hashtags como #lasirenit y #pocahontas fueron utilizados por los usuarios de Twitter para demandar a la empresa un cambio en la decisión, que podría ir en contra de uno de los principios de marketing de nostalgia que consiste en revivir un momento del pasado.
Aún con estas criticas, es muy probable que Disney siga con su plan y la razón esta ligada al negocio que representa para la firma dar protagonismo a las minorías.
El cambio de discurso comenzó con protagónicos como Mérida, Moana o Elsa, princesas que se salieron de la formula clásica de “dama en apuros” para entrar de lleno a la acción.
Dicho cambio fue bien recibido y por tanto, no resulta extraño que Frozen sea la película más vista en la historia de la animación.
De hecho, a decir de estadísticas entregadas por Statista, entre mayo de 2013 y marzo de 2014, las ventas en eBay de los productos relacionados con la Princesa Elsa (Frozen) generaron 3.4 millones de dólares, mientras que en el caso de Cenicienta la cifra llegó a los 2.5 millones.
Tal y como reportan desde Xataka, la fórmula registró un nuevo éxito con Alddin, cinta que “es interpretada por dos protagonistas que hacen justicia a la parte oriental de la trama (Mena Massoud es egipcio y Naomi Scott es hija de una mujer hindú)” y que en la India logró cifras récord. Aladdin se convirtió en un éxito de taquilla al obtener 880 millones de dólares.