Viernes, 25 de abril del 2025

Hoy es Jueves Santo: La última cena y el propósito de Jesús en la tierra

México.- Este jueves podría pasar como un día más, con la misma rutina y parecido a los otros, pero en la fe cristiana hoy cobra mayor relevancia: ¡Es Jueves Santo! El día en el que Jesús lavó los pies de sus discípulos y cenó con ellos, suceso que ha quedado enmarcado en cuadros, lienzos y fotografías a lo largo de la historia.

INICIO DE LA SEMANA SANTA

La Semana Santa comenzó con el Domingo de Ramos, que significa la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, que, de acuerdo a la escritura, Cristo pidió un pollino, cría de asna, sobre el que pusieron mantos y se sentó sobre él.

La multitud que le daba la bienvenida era muy numerosa, tendían sus mantos en el camino, otros cortaban ramas de los árboles y las ponían en el camino para que Jesús de Nazaret pasara, como si se tratara de una gran alfombra roja sobre la que Él Salvador pasó, según se relata en el capítulo 21 del evangelio de Mateo en la Biblia.

“Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió diciendo, ¿Quién es éste? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea”, Mateo 21:10-11

La historia bíblica relata que luego ocurrió la purificación del templo por parte de Jesucristo, quien disgustado, reaccionó contra quienes tenían un mercado en la casa de su Padre, derribó mesas y sillas de los vendedores y cambiarios, a quienes les recalcó que el templo era un lugar de oración y no una cueva de ladrones.

Los días transcurrieron y con ello varios pasajes de Jesús y sus discípulos, así como parábolas y reflexiones sobre el futuro, hasta llegar a este momento de la Semana Mayor: El Jueves Santo.

¿QUE DETERMINA EL FESTEJO DE LA SEMANA SANTA CADA AÑO?

La Semana Santa se celebra cada año, pero puede variar por un motivo especial si tomamos en cuenta el ciclo de la luna, que determinará si se celebrará a finales de marzo, al principio, mediados o finales de abril, pero siempre después del Equinoccio de la Primavera.

En este 2025, el Jueves Santo se conmemora en 17 de abril, y hay una explicación que determina porque se celebra en este día, tomando en cuenta que este periodo se rige año con año en nuestro almanaque basado en el calendario lunar.

Fue en el año 325 cuando se estableció en el Concilio Romano de Nicea, que la conmemoración por la Resurrección de Jesucristo se festejaría después de la pascua judía

Es entonces que quedó determinado que la Pascua se celebre el fin de semana siguiente a la luna llena que se registre después del día del Equinoccio de Primavera.

Es decir, si la Primavera es el 21 de marzo, a la siguiente luna llena que haya posterior a la fecha, será la que determine que el siguiente fin de semana es el Domingo de Resurrección.

En números del 2025, la luna llena registrada tras la entrada de la estación fue la del domingo 13 de abril y, por ende, el Domingo de Resurrección será el 20 de abril.

EL JUEVES SANTO

Los creyentes alrededor del mundo recuerdan hoy la última cena de Jesús con sus discípulos previo a ser entregado por Judas Iscariote para que fuera arrestado, juzgado por el Sanedrín, que es un concilio que reunía a 70 sacerdotes más un Sumo Sacerdote, y entregado a las autoridades romanas previo a decidirse su sentencia de muerte: la crucifixión.

En el libro de Mateo, específicamente en el capítulo 26, de los versículos 17 al 29, se revela que en el primer día de la “fiesta de los panes sin levadura” se preparó la comida por la Pascua, Jesús se sentó a la mesa con los doce y mientras comían les dijo que uno de ellos le iba a entregar.

Evidentemente todos los discípulos se entristecían y cada uno de ellos preguntaba quién sería, ¿Soy yo Señor? a lo que él les respondió que éste sería el que metiera la mano con Él en el plato.

“Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho”, así lo cita Mateo 26:25.

Acto seguido, Jesús tomó el pan, lo bendijo y lo partió, dándoles la indicación de que esto significaba su cuerpo, de inmediato tomó la copa, les dio de beber a todos y les indicó que ésta simbolizaba su sangre del nuevo pacto, que sería derramada para perdón de los pecados.

Pero además, les hizo una promesa, que este acontecimiento no se volvería a celebrar hasta que todos estuvieran en el reino de Dios.

“Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en el que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre”, Mateo 28:19.

En los servicios religiosos que se ofrecen hoy se acostumbra a rememorar ese momento de la historia de Jesús en la tierra mediante una breve comida de pan con vino, conocida como la Cena del Señor o la Comunión, según sea el caso.

En las iglesias cristianas, sean bíblicas o bautistas, o de alguna otra denominación de esta doctrina, se acostumbra a recordar esto en el primer domingo de cada mes, cada dos meses o cada 15 días, según lo tenga establecido y lo decida la autoridad pastoral, siempre en apego a lo que dicta la Palabra de Dios.

“Y tomó el pan y dio gracias y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado, haced esto en memoria de mí”
-Lucas 22:19

LAVATORIO DE PIES A LOS DISCIPULOS

Otros pasajes de la escritura refieren que antes de la fiesta por la Pascua, Jesús se levantó de la mesa donde cenaban, quitó su manto, tomó una toalla, puso agua en un lebrillo, que es una vasija de barro, en la que metió la prenda en mención y uno a uno, lavó los pies de los discípulos.

Un acto de humildad que generó reacciones, como la del apóstol Pedro, que le cuestionaba por qué le lavaba los pies, a lo que Jesús le respondía que lo que él hacía en ese momento no lo comprendería por el momento, pero si después.

“Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás, Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo”, Juan 13:8.

Este fue un acto de humildad por parte del hijo de Dios, quien constantemente les enseñaba de ello, pero en esta ocasión fue más especial, ya que les daba ejemplo de cómo ellos debían comportarse, lavándose los pies los unos por los otros.

“Porque ejemplo os he dado, pues que como yo os he hecho vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”, según Juan 13:15-17

Es así como transcurre este importante día de la Semana Santa, en el que Jesús quiere demostrar con este hecho un ejemplo de humildad y servicio, valores que todos podemos aplicar hasta nuestros días y en el que las iglesias donde se practica la doctrina de la fe cristiana lo recuerdan, incluso reencarnando ese pasaje.

En el caso de la iglesia católica, se lleva a cabo el lavado de pies por parte del Papa, que en una ceremonia en la Basílica de San Pedro, se arrodilla y lava los pies de 12 personas que representan a los discípulos, las cuales son seleccionadas por su servicio en la comunidad.