Jueves, 24 de abril del 2025

No está aquí: ¡Ha resucitado!

México.- Hoy es Domingo de Resurrección, el primer día de semana en el que muy de mañana, María Magdalena y María fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado, pero al llegar se encontraron con una sorpresa: la piedra estaba removida y el cuerpo de Jesús no estaba.

Es así como hoy se recuerda el último día de la Semana Santa en este 2024, un momento especial en el que todos los creyentes en el mundo lo toman como un recuerdo de la redención de el Salvador por medio de su pasión y muerte.

El libro de Mateo en la Biblia relata que hubo un gran terremoto porque un ángel de Dios, vestido de blanco como la nieve y con aspecto de relámpago, descendió del cielo y llegando, removió la piedra que aguardaba la tumba de Jesús y se sentó sobre ella, acto que provocó que los guardas romanos temblaran y se quedaran como muertos.

“Más el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho”, Mateo 28:5-7.

Tras escuchar las buenas nuevas, las mujeres salieron del sepulcro, con temor, pero con gran gozo y la noticia empezó a esparcirse, ya que habían recordado las palabras de Jesús respecto a su resurrección al tercer día de su muerte.

“Así pues, fueron María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago, y las otras que estaban con ellas, quienes comunicaron a los apóstoles lo que había pasado. Pero a los apóstoles les pareció todo esto una locura y no las creyeron.

Pedro, sin embargo, se decidió, y echó a correr hacia el sepulcro. Al inclinarse a mirar, sólo vio los lienzos; así que regresó a casa lleno de asombro por lo que había sucedido”, Mateo 28:10-12.

Y si hacemos caso a la escritura, en los mismos evangelios se puede revivir la historia de lo que paso ese mismo día, cuando se le apareció a María Magdalena, de quien Él había echado siete demonios y cuando ella platicó lo sucedido, no le creían, aún todos estaban cegados por la tristeza, el lamento y las lagrimas.

Un suceso semejante se relata en el capítulo 24 del libro de Lucas en el Nuevo Testamento, cuando en el camino a la aldea de Emaús, a unos 11 kilómetros de Jerusalén, Jesús se les apareció a los discípulos que iban hablando el acontecimiento, pero no habían captado que a su lado iba caminando el Maestro.

“Jesús, entonces, les dijo:
— ¡Qué lentos sois para comprender y cuánto os cuesta creer lo dicho por los profetas! ¿No tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado?”

Es así como concluye la Semana Santa, la cuaresma y una de las fechas más importantes de reflexión y celebración; Cristo la muerte y tumba venció. Hoy su presencia mora en medio de todos los fieles que él ha salvado gracias al cumplimiento del mandato divino que Dios puso en el Él para el plan que creó para la eternidad.