Sábado, 23 de noviembre del 2024

No se puede ser feliz con la pancita vacía: Olivia Sáenz

Chihuahua.- Hace 8 años, Olivia Sáenz Rodríguez comenzó con un pequeño proyecto para alimentar a decenas de niños que padecen algún grado de desnutrición en la colonia Punta Oriente de la ciudad de Chihuahua.

Todo empezó cuando descubrió que su hijo Joaquín regalaba burritos a sus compañeros de escuela a través de una ventana en la sala de su casa. Ahí Olivia pudo comprender que muchos niños solo comían una vez al día porque sus padres suelen tener largas jornadas de trabajo en la industria maquiladora o simplemente porque los ingresos en los hogares son muy limitados.

Aquel proyecto llamado “Comedor Pancitas Llenas” comenzó en una casa abandonada en el numeral 9729 de la calle Punta El Mulato donde de manera improvisada se colocaban algunas mesas de plástico y convocaban a los niños de voz en voz para que tuvieran un plato digno.


Con el paso de los años, ese predio se pudo regularizar y gracias a la buena voluntad de muchos chihuahuenses, aquella casa en obra negra se pudo transformar en un comedor que actualmente recibe a 57 niños todos los martes y jueves.

“Procuramos tener los alimentos listos desde las 12:45 hasta las 2 de la tarde para que también aprovechen los niños que están en el turno de la tarde junto con los niños que ya salieron del turno matutino, son niños que tienen de entre 4 y 12 años aunque últimamente también nos visitan niños de secundaria que van con su tuper para llevar comida a su casa”.

El 10 se septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y para la señora Olivia Sáenz, el esfuerzo de las autoridades puede centrarse en atacar el problema desde las escuelas a través de una buena alimentación, en el entendido de que se trata de un fenómeno multifactorial.

Diversos estudios revelan que si no hay suficiente ingesta de los aminoácidos triptófano y tirosina presentes en alimentos como la carne, la leche, el huevo, frutos secos, plátano o aguacate, no habrá suficiente producción de serotonina y dopamina, lo que está asociado a trastornos del estado de ánimo como la depresión.

“Aquí hay niños que buscan lavar autos para poder comer y los días que no podemos abrir el comedor ellos tienen que buscarle, son niños que padecen depresión y mucho olvido, les genera ansiedad el hecho de no poder comer”.

En el comedor Pancitas Llenas colaboran otras 4 madres de familia que comienzan a preparar todo desde las 10 de la mañana. El menú lo establecen cada semana y se conforma de sopa, un guiso, 2 guarniciones y fruta de postre.

Los alimentos se brindan en el patio del comedor, una vez que los niños terminan sus alimentos se quedan para terminar la tarea que les encargaron en la escuela. El patio cuenta con techo y el siguiente paso es enjarrar para colocar cerámica.


“Empezamos con una estufa que no servía y gracias a Dios ya contamos con refrigeradores, ya tenemos mobiliario para atender a los niños que acaban de regresar a clases, son muy agradecidos, siempre les chulean los platillos a las señoras”.

Actualmente el comedor ya establecido como <Enlaza tu Corazón Chihuahua A.C.> cuenta con un programa de apadrinamiento que consta en un donativo de 50 pesos a la semana para la compra de insumos.

También se reciben apoyos en especie como jabón, papel sanitario, harina, frijol, papas, sopas, verduras y carnes. Cualquier particular o empresa que desee apoyar la causa puede comunicarse al 614 230 7345.

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