La medianoche de este martes, el gobierno chino levantó la cuarentena en la ciudad de Wuhan, donde se cree se originó el nuevo coronavirus que provoca la enfermedad COVID-19, que ya es una pandemia.

Esta ciudad de 11 millones de habitantes, capital de la provincia de Hubei, fue cerrada el pasado 23 de enero; el gobierno de China consideró que esta era la única manera de evitar la propagación sin control del coronavirus.

Este martes 8 de abril, 76 días después (casi 11 semanas), este confinamiento obligatorio fue levantado. Ya no se han registrado casos nuevos; hace unas semanas, esta ciudad era considerada el “epicentro” de la pandemia, pues aquí se registraron la gran mayoría de los 82 mil casos y las 3 mil muertes por coronavirus que hubo en China.

Hoy, el escenario es muy distinto. Cientos de vehículos comenzaron a cruzar los peajes que salen de la urbe, en los que se habían instalado controles policiales -ya retirados- que impedían a los residentes dejar Wuhan.

En la jornada de hoy también se reanudarán los vuelos -excepto los internacionales y los directos a Pekín- y los trenes. También se retoman los servicios de taxi en la ciudad y los transportes por ferri y tranvía.

No obstante, las autoridades municipales han pedido a los residentes que no salgan de la ciudad ni de la provincia de Hubei -de la que Wuhan es capital- salvo que sea estrictamente necesario.

Según un comunicado citado por los medios públicos, el Gobierno de la provincia de Hubei advierte que la ausencia de nuevos casos detectados no significa que hayan desaparecido totalmente los riesgos de contagio.

De hecho, si una persona que quiere salir de Wuhan no obtiene un código QR que certifique su estado de salud y la ausencia de contacto con infectados, no podría hacerlo.

Por ahora se mantendrán las restricciones de entrada a los complejos residenciales, en cuyas puertas se harán controles de temperatura, y se seguirá exigiendo el uso de mascarillas a los ciudadanos.

En los centros comerciales, supermercados o parques que reabran sus puertas, se deberá limitar la ausencia de visitantes, mientras que no se permitirá todavía la reapertura de los colegios en la provincia.

La viceprimera ministra china Sun Chunlan, quien se trasladó a Wuhan a supervisar el final de la cuarentena, también se pronunció al respecto en estas últimas horas, y reclamó no bajar la guardia ni rebajar los estándares de contención de la enfermedad para evitar un rebrote. (AA)