Viernes, 22 de noviembre del 2024

#Opinión ¡Se acaba un 2019 muy intenso!

Por: Mtro. José Carlos Hdez. Aguilar. Especialista en Investigación Criminal y Delincuencia Organizada.

Y también con esta entrega terminan nuestras colaboraciones para éste año 2019, donde al unísono, deseamos para todas y todos que el 2020 esté lleno de parabienes y bendiciones del cielo, no sólo para México, sino para cada quien nos honra con leernos semana a semana, aunque eso implique no necesariamente estar de acuerdo con nuestra percepción de la seguridad ciudadana.

Quisiera no fatalizar en esta reflexión final, pero por desgracia no podemos dejar de proferir que nuestra amada entidad federativa (la que paradójicamente es considerada históricamente como “Gloria de la Independencia Nacional”), siguió ocupando este año los primeros lugares en materia inseguridad pública.

Para congoja local, seguimos siendo el 1er lugar nacional en índice de suicidios; el 4º sitio en feminicidios (con más de 285 mujeres asesinadas los últimos tres años); el 2º escaño nacional en embarazos de adolescentes y el primero en índice de divorcios; el 2º posicionamiento en abusos sexuales.

Asimismo, somos el puntero nacional en mujeres alcohólicas y nuevamente Juárez, se posiciona dentro de las primeras cinco ciudades más peligrosas de México con el mayor número de ejecuciones y dentro de ese mismo ranking, el 4º estado con más crímenes de odio por razones de la diversidad sexual y para rematar, ocupamos el deshonroso 2º sitial en violaciones a los derechos humanos y el 3º con más ejecuciones de policías. Además y de acuerdo a muy serias investigaciones de campo, el 96% de los chihuahuenses tiene un familiar o conocido directo, que es drogadicto o involucrado en actividades de narcotráfico y para muestra de ello, sólo citemos que de acuerdo a la página “Semáforo Delictivo”, la capital es el primer lugar estatal en narcomenudeo, secundada por la fronteriza ciudad Juárez, de ahí tenemos que de 100 indigentes que deambulan en las mismas urbes, 92 se encuentran en tal situación por su terrible adicción a las drogas, correspondiendo el 33% a mujeres y finalizando de momento la lista, Chihuahua se encuentra en el Top Five, de los estados más consumidores de cristal.

(Fuentes: CNDH, INEGI, Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, SSP, COESVI, Encuesta Nacional de Adicciones 2018, RADIM, causa en Común A.C., Milenio.com, “Letra Ese”)

Así podríamos seguir enumerando una lamentable y larga lista de datos oficiales y reales, sobre esta sangrienta realidad criminógena que permea nuestro Estado, pero el fin no es magnificar más lo que prevalece y que a todas luces es sabido: ¡Chihuahua está herido de muerte, por un comático cáncer social que muchos no quieren que ceda!

Esta semana la directora de Amnistía Internacional Tania Reneaum Panszi, contradictoriamente declaró que “México tiene una gravísima herida, pero no de muerte”. Ante esa desafortunada y paradójica afirmación, me pregunto ¿Si esa lesión es gravísima, entonces no es de muerte o sí? ¿O cómo es la cosa?

Gobiernos de todos los colores van y vienen y el problema social se agrava dramáticamente cada año transcurrido. Cada administración local culpa a la otra; luego achaca al gobierno federal de sus problemas y viceversa, mientras que la criminalidad, hace su espectacular ganancia en esas “aguas rebotadas” de todas las inútiles políticas públicas que desarmonizadas, desorganizadas y sin sentido, se han instaurado en el país y en nuestro Estado.

Amigas y amigos, ya prácticamente es el 2020 ¿No creen que es tiempo de levantarnos? ¡Claro que sí! ¡Es más, es nuestro turno obligado de empezar a construir desde sus cimientos, un México nuevo; es el tiempo de entender la magnificencia del respeto a los derechos humanos, pero entre todas y todos, no sólo a los que la autoridad pública está obligada a cuidar! ¡No esperemos más! ¡De verdad démosle inicio cada quien desde nuestro hogar y desde el sitio donde nos encontremos el resto del día! porque ¿Qué sería del ser humano sin ese núcleo incandescente de amor; sin ese halo refulgente de vida; sin esa profunda y armónica esencia entre alma y espíritu? Nada ¡Simple masa caduca de carne huesos!

Ojalá pues, que el año que está por iniciar comprendamos que ¡la tolerancia y el respeto a la dignidad humana, son los más grandes cimientos en los que se sostiene el éxito y la felicidad de una sociedad; culturalmente civilizada y en progreso absoluto!

¡Feliz y exitoso 2020!

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