La primavera y el cambio climático
Por: Ana Lilia Dueñas. Periodista
La emisión de gases efecto invernadero a la atmósfera desde el inicio de la era industrial está alterando las estaciones del año y con ello, el equilibrio ecológico relacionado al crecimiento de plantas y flores, la polinización, los ciclos reproductivos y las migraciones de decenas de miles de especies en todo el mundo.
Este martes 21 de marzo arranca oficialmente la primavera astronómica, sin embargo, en Chihuahua y otros estados del norte del país, desde el 18 de marzo se vivieron bajas temperaturas acompañadas por lluvias y en lagunas zonas nieve y agua nieve, cuando días antes las temperaturas ya se habían posicionado altas. Durante los últimos años la primavera llega más temprano, o más tarde, tenemos inviernos con altas temperaturas y días primaverales como lo del fin de semana pasado.
Y muchas especies sufriendo, con los cambios climáticos de las últimas décadas, que están alterando los ritmos habituales de las estaciones y la sincronía entre el comportamiento de plantas y animales, como estamos comprobando en este final de invierno y comienzo de primavera, están. Un ejemplo de ello son las aves migratorias llegan a un territorio en su fecha habitual, pero las fuentes de alimento que buscan tras un largo viaje, ya sean orugas o productos vegetales, no están. Los insectos no han despertado aún y las plantas lo hicieron demasiado pronto y se ha terminado su momento dulce.
El cambio climático tiene sin duda relación directa con la actividad industrial basada en la quema de combustibles fósiles que constituye el pilar en el que se cimbra el crecimiento económico del sistema capitalista y la agricultura industrial, no sólo en México sino en el mundo. Como lo enfatiza un creciente número de grupos ambientales, debemos tener un cambio sistémico o morir. Y desde un punto de vista político, algo interesante ha ocurrido es que el cambio climático ha hecho que la lucha anticapitalista, por primera vez en la historia, no sea un problema basado en las clases.
Hay muchas razones por las que generalmente no hablamos del cambio climático de esta manera. Los ricos están aferrándose a las suyas. Y muchos políticos comprados alrededor del mundo están de su lado. La segregación ecológica todavía no se ve como tal. Pero esta ahí cuando el ciudadano de a pie deben seguirles el paso a muchas cosas, y no quieren dedicarle su precioso tiempo fuera del trabajo a asuntos como el ambiente, la política o la economía.
Y entonces comienza la ignorancia en temas ambientales, y se expanden campañas como que el ciudadano común y corriente asuma, no sólo los costos sino la culpa del cambio climático y ahora se bañe en cinco minutos, cargue bolsas de tela y no use popotes, iniciativas con las que no tengo nada en concreto pero que poco o nada harán por el cambio climático, como si lo harían políticas más fuertes que regulen los procesos de producción de los grandes capitales.