Las campañas electorales son permanentes

Por: Saúl Eduardo Rodríguez Camacho
Abogado, especialista en derecho constitucional y electoral.
Ex consejero del Instituto Estatal Electoral.
Actualmente secretario de Acuerdos en el Tribunal Estatal de Justicia Administrativa.

 Espero que lo haya recibido bien este inicio de año y que así continúe el resto de 2024. Es un honor para mí poder saludarle. Como sabe, este es el año de la elección presidencial; también se renueva el Congreso de la Unión, es decir, elegiremos a quienes integrarán el Senado y la Cámara de Diputados y, en el ámbito estatal, se renovarán los ayuntamientos (presidencias municipales, regidurías y sindicaturas) y las diputaciones del Congreso del Estado.

Por supuesto, supongo que de la elección de la Presidencia sí estaba al tanto, es el cargo público más importante del país y, por lo tanto, llama siempre la atención general, pero quería recordarle que se renuevan también esos otros cargos que son muy relevantes para la vida en nuestras comunidades y las entidades federativas.

Una cuestión que resalta en esta época electoral es que, si usted escucha habitualmente el radio o ve televisión abierta, está sometida o sometido al bombardeo de spots de los partidos políticos y sus candidaturas o precandidaturas, en los que en 30 segundos buscan ganar su simpatía y obtener su voto.

Antes de la elección federal de 2009 no era así, cada partido político negociaba con las televisoras la obtención de espacios para promover sus candidaturas, por lo que había quejas de trato desigual respecto de los partidos políticos chicos, que no podían comprar el mismo volumen de tiempo y, por lo tanto, tampoco obtenían precios favorables. Obviamente, los más poderosos (económica y políticamente) tenían más spots, más entrevistas, más menciones en noticiarios, en fin, los resultados ya se conocen.

Sin embargo, los posicionamientos político-electorales eran constantes en los medios de comunicación, por eso, también por aquellos años, para regular más la actividad proselitista, se incluyó en la legislación la figura de las precampañas; en Chihuahua se aplicó por primera vez en 2007 y la finalidad era que los partidos pudieran promover a sus figuras políticas con miras a elegir entre estas, al interior de cada partido, a quien sería presentada como candidata o candidato.

Obviamente, eso significaba la oportunidad de hacer proselitismo antes de que empezaran las campañas electorales propiamente dichas, pues en nuestro país hemos sido muy quisquillosos con eso de no comenzar antes de tiempo ni que el gobierno trate de meter la mano a favor de los candidatos del partido del que emana.

Y eso no está mal, lo que sí está mal es que, una vez que esa etapa del proceso electoral se reguló, cada vez se observa más que los partidos la usan para promover nada más a quien será su candidato o candidata, es decir, llevan al interior actos para generar la “candidatura de unidad” y llega solo una persona a participar en ese procedimiento interno para únicamente ser ratificada al final. Entonces, esa persona es la que resulta promocionada o publicitada durante todo el plazo que duran las precampañas. ¿Le suena conocido?

Justamente, hemos visto cómo desde hace ya bastantes meses ha habido una sobre exposición de las dos precandidatas a la Presidencia; primero, como aspirantes, luego como representantes de un movimiento y un frente, aunque quién sabe en qué habrá consistido su función.

Actualmente, promueven su imagen como precandidatas con miras a obtener la candidatura de su partido o partidos y así seguirá hasta el 18 de enero, fecha en que concluirán, luego vendrá una pausa, que denominan intercampañas, para posteriormente, luego de su registro como candidatas, iniciar sus campañas el 1 de marzo y concluirlas el 29 de mayo, es decir, tendrán una duración de 90 días.

Lo más cuestionable luego de tanta exposición previo a las campañas, es que no pueden plantear propuestas de gobierno, ya que actualmente están dirigiendo su proselitismo a militantes y simpatizantes de los partidos para ganar la candidatura, si lo hicieran, serían actos anticipados de campaña, lo que está prohibido por la ley. Entonces, no queda más que esperar hasta el periodo mencionado para conocer la oferta política o “promesas de campaña” de cada contendiente.

Al final, no resulta extraño que lleguemos a la elección sin conocer mucho sobre las propuestas de las candidatas y candidatos; por eso, le invito a que, además de estar pendiente del curso del proceso electoral, se informe de quién es quién, qué ofrece, qué ha hecho antes y quiénes le acompañan. En fin, hágase de toda la información posible, pero también VERIFIQUE lo que le llega o le digan, no se vaya con la finta.

La decisión que tomaremos el próximo 2 de junio es importante para usted y su familia, vale la pena involucrarse.

Gracias por la lectura. Hasta pronto.