Fake news, Loera y por qué Morena es enemiga de los chihuahuenses
Por: Froilán Meza Rivera
Debo empezar con una noticia falsa, una fake news que se extendió y casi se viralizó en el medio político del estado de Chihuahua, pero que terminó revelándose como parte de la llamada “guerra sucia” de la presente campaña electoral. A simple vista, era obvio que Juan Carlos Loera de la Rosa, el actual candidato impuesto por López Obrador para tomar la gubernatura, no se atrevería a decir algo como lo que se le atribuyó. ¿Qué fue lo que dijeron que dijo? La versión reza así: “El pasado 28 de marzo, en una entrevista en el Norte Digital, Juan Carlos Loera fue cuestionado sobre su opinión del tema del agua que fue retirada en Chihuahua. Su respuesta sorprendió al entrevistador al mencionar: <<el agua siempre fue de Estados Unidos, no se la quitamos a los campesinos ni ganaderos, solo se la regresamos a sus dueños en Texas>>”. En otra de las variantes de esta fake news, el entrevistado declaró básicamente en los mismos términos, en el periódico El Universal.
Pero la noticia falsa no es tan falsa, es decir, la supuesta declaración de Juan Carlos Loera nunca sucedió, pero sí tiene un profundo fondo de verdad. Veamos.
De hecho, ante la pugna que protagonizaron el presidente Andrés Manuel López Obrador, la Comisión Nacional del Agua y las fuerzas armadas (Ejército y Guardia Nacional) en un lado del conflicto, contra los productores agrícolas de la región Centro-Sur del estado, por el otro lado, el entonces “súperdelegado” Loera permaneció aparentemente silencioso. En la lucha de los campesinos por la defensa del agua, que es de ellos porque la tienen concesionada para el riego agrícola por las mismas autoridades federales que secuestraron las tres presas más importantes para exprimirlas y mandar el agua a los Estados Unidos, los agricultores, la población en general, hubieran esperado que Loera de la Rosa y otros funcionarios tomaran decididamente el lado correcto y los hubieran apoyado. Pero no. El puesto que ostentaba Loera, de prácticamente un “virrey” a cargo de todos los negocios del gobierno federal en Chihuahua, no se lo ganó por méritos, sino que fue impuesto por el señor todopoderoso de Palacio Nacional. Era obligatorio que el funcionario siguiera obediente los designios de López Obrador, aunque tampoco era necesario que se pronunciara tan abiertamente como enemigo de la lucha por la defensa del agua. A lo más que llegó Juan
Carlos fue a enfrentarse verbalmente con el gobernador Javier Corral, a quien acusó del grave delito de “estar detrás” de las manifestaciones de los productores agrícolas. Y bien, en buena lógica, con esta argumentación basta para que nos demos cuenta de que, si lanzó esa acusación a su enemigo, significa que lo está culpando de algo que para él es reprobable. Ese algo reprobable es la lucha popular por defender sus derechos y los recursos de la entidad.
Pero ¿quién es Juan Carlos Loera de la Rosa? ¿Cuál ha sido su carrera política, cuáles han sido los méritos de este candidato, como para convencer a los electores de que sería un digno gobernador?
Este oscuro personaje entró al ruedo político en Ciudad Juárez en 2016, cuando el partido Morena lo postuló como candidato a la Presidencia Municipal, pero perdió a manos de Armando Cabada. En 2018 fue elegido diputado federal por el principio de representación proporcional a la LXIV Legislatura (o sea, nadie votó por él), pero en octubre de ese mismo año, el “dedo máximo” lo ungió como Delegado de la Secretaría del Bienestar y “súperdelegado”, para aplicar todos los recortes presupuestarios y para liquidar todo tipo de programas sociales en Chihuahua.
Sus únicos méritos no se deben buscar en nada constructivo. Nunca ha fundado una escuela, nunca ha promovido que se construya un parque, jamás ha encabezado la luch…