Viernes, 22 de noviembre del 2024

3 Elementos básicos para el bienestar

Por Daniela Cristina Samaniego Chávez

Pasante de Máster en Psicología Clínica y de la Salud y Psicoterapeuta Cognitivo-Conductual

“La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o enfermedades” es la nueva definición de salud que adjudica la Organización Mundial de la Salud. Hoy en día los profesionales de la salud, en cualquiera de las áreas (física, mental, etc.) vamos apostando a tratamientos de salud integrativa. Significa que no deseamos únicamente proporcionar de tratamientos que terminen con las dolencias específicas del paciente, sino que se comienza a percibir al paciente como un ser integral, que requiere estar en sus diferentes áreas en el óptimo de sus capacidades para el desarrollo de todo su potencial humano.

Ahora en adelante, es más común que los profesionales médicos comiencen a percibir la importancia que ha cobrado la salud mental y el impacto que tiene en la salud física/biológica. No solo se trata de estar tranquilo y estable, sino se trata de desarrollar el mayor de los potenciales, que es tener una vida enriquecedora.

Y es aquí, cuando varios psicólogos y especialistas, han comenzado por su interés en ahondar en temáticas como el “Bienestar Integral”. El bienestar es algo que podemos alcanzar, incluso cuando hemos sido diagnosticados con alguna enfermedad crónico degenerativa. El bienestar parte del elemento central de buscar proporcionar “calidad de vida”. Cuando hablamos de calidad de vida, no hacemos alusión a una forma “ideal” de vida, sino que, a pesar de las circunstancias en las que vivimos, los seres humanos tenemos el derecho a ser felices y disfrutar nuestras vidas. Y es aquí, cuando Fox y Sokol (2019), nos comparten los tres elementos básicos para tener bienestar, por consiguiente, calidad de vida:

  • Experimentar satisfacciones.
  • Experimentar placeres.
  • Interacción social de calidad.

Satisfacción

Es un estado de bienestar producido cuando se ha colmado un deseo o cubierto una necesidad en específico. Es una sensación que viene a largo plazo, y perdura a largo plazo. Por ejemplo: Llevo 10 años ejerciendo mi carrera de psicología, sin embargo, perdura la gran satisfacción de haber estudiado una licenciatura.

Hay un sinfín de actividades que me pueden resultar satisfactorias, por ejemplo: levantarme y terminar todos los pendientes de mi día, haber culminado mis estudios universitarios, haber terminado de saldar una deuda que tenía, o ver a mis hijos crecer a pesar de las desveladas y lo difícil que representó la crianza. La satisfacción es un estado que se logra a largo plazo y que requiere de esfuerzo. En el momento presente no tendremos la recompensa, pero sí llegará algún día.

Sin embargo, una vida cargada únicamente de satisfacción, tiende a ser una vida basada en el estrés, y a la larga, por la ansiedad. ¿Por qué? Porque la satisfacción no se siente bien HOY, se sentirá bien posiblemente mañana, no lo sabemos.

Placer

El placer es la experiencia de que algo se siente bien, y que implica el disfrute de algo. El placer contrasta con el dolor o el sufrimiento. Las personas requerimos de hacer cosas que se sienten bien, que disfrutemos realizarlas, que las recompensas sean inmediatas a pesar que no perduren en el tiempo. ¿Quién no ha disfrutado de una deliciosa cena? ¿O quién no hace huequito para el postre? ¿A poco no cambia nuestro estado de ánimo cuando estamos en el tráfico, pero vamos escuchando música que nos gusta? A esto se refiere el placer. El placer quiere que la pase bien mientras logro la satisfacción en mi vida.

Sin embargo, una vida cargada únicamente a los placeres de la vida, y que carece de satisfacciones, es una vida de vacío y nos puede llevar a desarrollar depresión. ¿Qué sentido tendría la vida?

La satisfacción es el motor que me levanta todos los días, y el placer la gasolina.

Interacción social

Los humanos somos seres sociales, somos seres que vivimos en “manada” y que requerimos de tener buenas relaciones sociales. El rodearnos de personas con las que me siento bien, aumenta mi red de apoyo, encuentro un espacio dónde hay consuelo, y también me ayuda a disfrutar de los procesos. Sé que hay personas que disfrutan mucho de su soledad, pero ese disfrute también tiene un límite. También, las personas tenemos tres necesidades emocionales básicas, que son: la atención, el afecto y la aceptación. La única forma de solventar aquellas necesidades es a través de la interacción social.

A pesar de que, la interacción social represente un esfuerzo, es un elemento para el bienestar. ¡Claro que cuesta esfuerzo apartar un día para convivir con personas! O también, cuesta trabajo desarrollar las habilidades, destrezas para una vida en pareja, ser un buen amigo, o ser una compañera de calidad. Sin embargo, si trabajo en mi interacción social, y le presto la misma atención que a las otras dos áreas, la calidad de mi vida se verá potenciada.

Daniela Cristina Samaniego Chávez
Pasante de Máster en Psicología Clínica y de la Salud y Psicoterapeuta Cognitivo-Conductual del Instituto Superior de Estudios Psicológicos en España, Cédula Profesional 11385057
www.cristinasamaniego.mx

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