Sábado, 23 de noviembre del 2024

#Opinión Resiliente recuento de los daños

Por: Mtro. José Carlos Hernández Aguilar, especialista en Investigación Criminal y Delincuencia Organizada

No se trata de hacer una reflexión pesimista, sino una breve cavilación de los terribles daños que nos dejó el 2020, para hacer de ellos un proactivo aprendizaje y porque estamos seguros que ¡La historia de un pueblo, no sólo es revivir la gloria de los más grandes hechos estoicos, sino recordar los errores y villanías cometidas para no repetirlas jamás!

Trescientos sesenta y cinco días que, sin lugar a dudas fueron muy impactantes en todo el engranaje humano en su contexto social, económico, salubridad, seguridad pública, político, religioso, psico-sociológico, entre otros. Un imborrable año que abrió profundas laceraciones y, más que los anteriores, dejó una terrible estela de dolor con más de 126´000 fallecimientos tan sólo por el fenómeno pandémico de sobra conocido, ubicándonos en el primer lugar mundial como la nación con mayor letalidad.

Pero en materia de seguridad también “¡el comal no está para bollitos!”, toda vez que el país cerró con más de 28´300 ejecuciones (78 diarias en promedio), lo que nos da un porcentaje de 21% más que en el 2019 (que culminó con 23´393 homicidios) y aunado a los más 517 policías asesinados. De igual forma y sin tintes subjetivos, en lo que va el periodo López-Obradorista, ya se cuenta con más de 53´500 crímenes vinculados a la delincuencia organizada (muchos más que en los últimos tres sexenios en el mismo lapso), siendo la organización más violenta de todos los tiempos, el llamado “Cártel Jalisco Nueva Generación”. En esa sanguinolenta pincelada, es horrendo saber que desde el año 2018 han sido asesinados en México, más de 3´110 menores de edad (1´161 de ellos, víctimas de las estructuras criminales), además 30´000 niños, niñas y adolescentes ahora tendrán que trabajar en lo subsecuente, como consecuencia económica de la situación de insalubridad mencionada.

A nivel estatal, el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (FICOSEC) reconoció que tan sólo en el 2020 se contabilizaron 2´171 homicidios dolosos en Chihuahua. En materia de feminicidios fueron sumados 255, lo que entonces nos convierte en el tercer estado más violento contra de las mujeres. Y así podríamos seguir enumerando una larga lista de datos causales y consecuenciales en dichos rubros, pero como reza el título de la presente entrega, este es sólo un ‘Resiliente Recuento de Daños’ para que, a través de su conocimiento, podamos confrontarlos y superar plena y proactivamente la adversidad que se ha padecido; capitalizarlos y sumar a otras personas a hacer lo propio.

Sin duda, gobiernos de todos los colores van y vienen y el problema social se agrava dramáticamente cada año transcurrido. Cada administración local culpa a la otra; luego achaca al gobierno federal sus problemas y este a aquellas, mientras que la criminalidad hace su espectacular ganancia en esas “aguas rebotadas” de las inútiles políticas públicas que desarmonizadas, desorganizadas y sin brújula alguna, se han instaurado a lo largo y ancho de nuestra nación, donde tristemente la sociedad ya tiene sus propios códigos de violencia, con los que ha aprendido que así se resuelven las diferencias o se obtienen las cosas. Abona a ese caos que, si una pandemia tan cruelmente letal no ha sido capaz de frenar la delincuencia mexicana, mucho menos las estrategias simuladas y oscuras, disfrazadas de una burda indulgencia legal a favor de los criminales y que ha permitido que se siga destruyendo lo más valioso del ser humano ¡La vida y dignidad!

Amigas y amigos ¿no creen que en este 2021, ya es hora de levantarnos? ¡Claro que sí! ¡Es nuestro turno obligado de empezar a construir desde sus cimientos, un México nuevo; es el tiempo de entender la magnificencia del respeto a los derechos humanos, pero entre todas y todos ¡No sólo los que la autoridad pública está obligada a cuidar! ¡No esperemos más! ¡De verdad, démosle inicio cada quien, desde nuestro hogar y desde el sitio donde nos encontremos, a una transformación profunda de todo lo que sucede en nuestras vidas y alrededor! Ojalá pues, que en el año que está iniciando comprendamos que ¡La tolerancia y el respeto a la dignidad humana, son los más grandes cimientos en los que se sostiene el éxito y la felicidad de una sociedad; culturalmente civilizada y en progreso absoluto!

¡Que este 2021, realmente se convierta en el año de la restauración, prudencia y sanación total de nuestra esencia y dignidad humana!

FUENTES DE DATOS: Causa en Común. A.C, Milenio, El Universal, FICOSEC, Animal Político, OIT.

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