Participación Ciudadana, ¿Con qué se come?
Por Jorge Alberto Holguín Lozano, Máster en Acción Política, Participación Ciudadana y Fortalecimiento Institucional.
Actualmente la participación ciudadana está en boca de todos y todas, y aunque algunas personas solo hablen de ella para obtener algo de rédito político, es importante que se empiece a ubicar en la agenda pública como una prioridad. Y es que la participación ciudadana es una vía conjunta a la democracia representativa -con la cual las personas estamos sumamente familiarizadas- para lograr vivir de mejor manera en nuestra comunidad.
Se preguntarán, ¿Cómo esto puede ser así?¿Cómo se puede complementar una a la otra?, vámonos despacio, la participación ciudadana se ha consolidado desde tiempos remotos como un camino para que las personas puedan hacer llegar sus inquietudes a las y los representantes, sin embargo, aún y cuando entendemos ya la participación ciudadana de esta manera, en la mayoría de los casos no existe un conducto de diálogo mediante el cual se puedan canalizar las necesidades cotidianas para que sean observadas por las personas que encabezan los gobiernos. Por esto es que la democracia en su formato netamente representativo, es decir, votar solo cada cierto periodo por quien nos representará ante los órganos gubernamentales ha quedado rebasada.
Según el autor Marco Marchioni la democracia participativa debe entenderse como “Una extensión, profundización y vivificación de la democracia representativa, y no como una alternativa a esta”, es decir, la democracia participativa no debate quien toma las decisiones, sino, la forma en que estas son tomadas.
Una vez explicado de mejor manera el papel de la participación ciudadana, entonces, ¿cómo podemos participar las personas de a pie y cambiar la forma en que se toman las decisiones de nuestros gobiernos?, para esto, existen herramientas de las cuales la ciudadanía puede echar mano, son variadas y algunas son muy fáciles de usar. La Ley de Participación Ciudadana del Estado de Chihuahua es el “estante” en el cual las podemos encontrar, pero realmente es el Reglamento de Participación Ciudadana y de Niñas, Niños y Adolescentes del municipio de Chihuahua la “cajita de herramientas” que nos deja al alcance cada una de ellas.
Estas herramientas están divididas entre instrumentos políticos y sociales, que en suma conforman un total de 14 mecanismos participativos y a los cuales YA es posible echarles mano. Dentro de las normas citadas encontramos, por ejemplo, las fórmulas secretas -no tan secretas-, para llevar acabo audiencias públicas con los más altos personajes del gobierno estatal y municipal; activar el cabildo abierto, mecanismo que permite a cualquier persona que viva en la ciudad participar en las sesiones de cabildo; para proponer proyectos elaborados por la ciudadanía y votar por los que más nos beneficien mediante el presupuesto participativo, por no mencionar la totalidad de los instrumentos.
Es nuestra responsabilidad y derecho como ciudadanos hacer uso de ellos, las posibilidades son infinitas, por ello la invitación es a incidir en el quehacer de la administración, porque, en el grado en que más personas empecemos a participar, mejores serán las decisiones que tomen nuestros representantes. No debemos permitirnos seguir dejando las decisiones importantes solo en manos de nuestros gobernantes, no participar no es una alternativa, participemos y hagámoslo en conjunto.
Si tienes alguna duda o comentario te dejo mi correo electrónico para conversar al respecto y hacer más enriquecedor este ejercicio: jorge.ahloz@gmail.com.